Habitación 0201

Después de salir de la enfermería caminamos por los pasillos llevándole a ella de mi brazo mientras que andábamos por ellos, hasta llegar al pasillo de las habitaciones. Ya que recordaba perfectamente el numero de la habitación de su registro busque el numero con la mirada y una vez que le ubique, camine con cuidado llevándole a ella de mi brazo en un ritmo lento para que caminara con cuidado.
una vez frente a la puerta de su habitación, voltee la mirada a ella.
Me temo que tendré que importunarle para que habrá, ya que es su habitación y seria algo atrevido de mi parte abrirle yo.
Dije en un tono firme pero susurrante y de momento me quede sosteniendo su brazo con el mio esperando que abriera su puerta.

Tras ver que abriera la puerta una leve risa salio de mis labios y dirigí mi vista a la suya.
Realmente, me hubiese encantado abrir la puerta para usted señorita; pero me temo que de ante mano solo usted poseía la llave.
Tras sus ultimas palabras ausente mi vista de la suya y la dirigí al interior que lo entre abierta de la puerta me permitía ver.
Me parece bien, no podría rechazar tal invitación por parte suya, aunque no tenga por que agradecer.
Respondí aquella sonrisa suya y me tome el atrevimiento de comenzar por dar un par de pasos para entrar en aquella habitación, dejando siempre el paso de ella primero y sin dejar de cuidar su caminar para evitar lastimarse de nuevo.

Entre tras ella cerrando la puerta tras nosotros; eche un par de vistazos a la habitación para luego fijar de nuevo la mirada en sus acciones, justo como su pequeña seña me lo indico, camine unos cuantos pasos para acercarme a donde estaba y seguir por sentarme justo a su lado. Justo me acomodaba sobre la cama y sentí el cálido rose de sus labios de nuevo en mi mejilla, aquel delicado gesto me arranco una sonrisa de costado y observe de soslayo el chocolate en la palma de mi mano y volví la vista a la suya solo para observar como lamia del dulce de su dedo. Levante lentamente mi otra mano y con solo el dedo indice de esta toque su mentón para hacer que girase solo un poco su rostro para verle directamente a los ojos, teniendo en los míos un leve brillo de perversidad y con un poco de cautela levante el pulgar de mi mano para quitar una pequeña huella de chocolate que había cerca de la comisura de sus labios y seguir por llevar ese dedo a los míos, para que con el único uso de la punta de mi lengua retirar el chocolate de la yema de este.
Tenia razón, están deliciosos.
Murmure con una leve sonrisa para alejarme solamente un poco y llevar el pequeño dulce a mis labios para comerle, dejando unas cuantas huellas de este sobre mis dedos, dada la temperatura de mi mano que había logrado derretirlo un poco entre mis dedos.

Opino lo mismo.
Musite observando como llevaba mi propia mano a sus labios para retirar de la piel de esta las pequeñas huellas que el chocolate había dejado. Inevitablemente mis labios se entreabrieron y solo la punta de mi lengua salio para pasear por ellos de un lado a otro, humedeciéndoles ligeramente con mi saliva que de un momento a otro fue cambiada por la suya a causa de aque leve rose que me dio en el labio con su lengua. Una sonrisa perversa comenzaba a dibujarse en mis labios y regrese aquella mano que tenia la calidez y humedad de su saliva a tomar la suya con suavidad por la muñeca.
Aunque, dudo que sea solo el chocolate en si, en realidad me parece que...
Deje mi oración abierta y apalancandome un poco lleve su mano a aquella pequeña caja de chocolates y haciendo una leve presión sobre ella, conseguí que sus dedos aplastaran los dulces y en consecuencia estos se llenaran de chocolate.
Es el peculiar sabor que le da su delicada piel lo que los hace adictivos.
Termine por susurrar en sus labios y de igual forma que ella había echo, lleve cada uno de sus dedos a mis labios, para retirar con ellos y mi lengua cualquier huella que pudiera haber del chocolate.

Eche hacia un lado mi cabeza dándole un poco mas de espacio sobre mi cuello para tener sobre la piel de este la calidez que sus labios le regalaban e inevitablemente una sonrisa con malicia se formo en mis labios; volvi a ladear mi rostro, esta vez para ponerlo frente al suyo y llevar una de mis manos a este para que con el único uso de mi dedo índice levantarle por el mentón para fijar mis ojos en los suyos.
No le mentiría. Y quizás no puede saborearlo de la misma forma que yo pero…
Deje la oración abierta y me acerque un poco mas a su rostro dejándolo a una mínima distancia del mío y así, dejar que libremente mi aliento chocara con el suyo. Suspire en sus labios y sin desviar la mirada de la suya comencé por dejar tenues besos los alrededores y comisura de sus labios, manteniendo la lengua levemente afuera para llevarme con ella del chocolate que había sobre estos, hasta terminar por no dejar alguna huella de el sobre estos.
Si no fueran adictivos como lo dijo, no tendría la repentina necesidad de probarle de alguna otra porción de su piel.
Susurre en sus labios finalizando mi oración anterior y volviendo a tomar su mano, le lleve de nuevo a la caja de chocolates para llenarle de nuevo de este; y esta vez dirigiendo su propia mano a uno de sus piernas, donde empezando por su rodilla comencé a subirle y bajarle con lentitud sin desviar su mirada, concentrándome en que solamente fuera el instinto lo que moviera mi mano guiando a la suya, llevándole incluso a embarrar de aquel dulce un poco mas arriba de donde llegaba su falda y levemente por entre sus muslos. Lentamente me levante de mi lugar, dejándole a ella justo donde estaba para seguir por ponerme de pie delante suyo y posteriormente acomodarme en cuclillas cerca de su pierna donde en la piel de esta estaba embarrado el chocolate. Por un breve instante le mire con algo de requiebro y relamí mis labios ante sus vista antes de inclinarme a llevarme con los labios, el dulce que estaba embarrado en su piel con ligeros besos y la humedad de mi lengua.